En los contenidos que publico habitualmente en mi blog, destaco el papel de la fisioterapia, el ejercicio físico adecuado, los buenos hábitos alimenticios y la correcta higiene postural como un factor preventivo para las lesiones y dolencias vinculadas al suelo pélvico de la mujer.
Por desgracia, todavía está poco extendido entre nosotras hablar de suelo pélvico e higiene íntima. Ello, unido a los grandes cambios que se producen en el cuerpo de la mujer en periodos de embarazo y posparto, hacen que sea más habitual de lo deseado acudir al especialista ya cuando se ha producido el problema.
Para reforzar la prevención de algunas de las lesiones pélvicas más habituales o para tratarlas en el caso de que ya se hayan producido, he recurrido a los mejores consejos farmacéuticos y productos que recomiendo a mis propias pacientes.
Candidiasis vaginal: síntomas y tratamiento
La candidiasis vaginal es una infección genital causada por hongos y que prácticamente afecta a la mitad de las pacientes a las que atiendo en la consulta, bien por síntomas relacionados o por haberla sufrido anteriormente.
En el caso del suelo pélvico, los síntomas que provoca son dolor vaginal, dolor en las relaciones sexuales, hipersensibilidad vulvar o dolor pélvico crónico. Además, otros síntomas son:
- Diarreas o estreñimiento crónico.
- Deseo desmedido de tomar dulce.
- Dolor vaginal, hipersensibilidad vulvar.
- Mal aliento en la boca.
- Dolor muscular, articular (síntomas parecidos como en fibromialgia).
- Ansiedad, depresión.
- Erupciones en la piel.
- Dolor abdominal.
- Insomnio.
- Tensión premenstrual.
- Falta de apetito sexual.
- Sequedad de boca o garganta.
Para el tratamiento de la candidiasis vaginal, existe una parte más vinculada a la dieta (abstinencia de dulce y azúcar en la medida de lo posible), otra relacionada con la reducción del estrés, y también terapéutica basada en el ejercicio físico de intensidad moderada para mejorar la movilidad articular y el tono muscular.
En lo que respecta a productos para aplicar en uso doméstico, el dolor pélvico se puede aliviar con estiramientos progresivos realizados con dilatadores vaginales.
Varices vulvares: causas y remedios
Otra molestia vinculada a la higiene femenina y el suelo pélvico es la aparición de varices vulvares, especialmente en periodos de embarazo ya que se produce una mayor dilatación de los vasos sanguíneos. Es muy extraño que se den casos fuera del embarazo, aunque no imposible.
La insuficiencia venosa y la presión que ejerce el feto son las causas principales de la aparición de varices vulvares, cuyo tratamiento pasa por:
- Aplicar frío en la zona perineal.
- Usar el cinturón pélvico que ayuda a descomprimir la zona pélvica.
- Llevar medias de compresión a diario.
- Descansar sobre el lado izquierdo.
- Tumbarse con las piernas en alto a diario, mínimo 20 – 30 minutos al día.
- Utilizar un taburete ergonómico para facilitar las defecaciones.
- Realizar suaves masajes en la zona perineal utilizando aceites especiales.
Copa menstrual
El uso de la copa menstrual en lugar de las compresas es otra práctica que recomiendo por higiene, comodidad y ahorro económico.
Para el correcto uso de la copa menstrual, hay una regla de oro. El contenido (la copa) debe ser ajustado a su continente (la vagina). De no ser así, lo más seguro es que tengamos pérdidas de sangre y manchemos la ropa interior. Por tanto, el éxito no depende sólo de la correcta inserción de la copa o de qué copa usemos, sino también del estado del canal vaginal y el suelo pélvico.
Si éste es débil o laxo, no sujetará la copa adecuadamente. Por esto, quizá después de dar a luz naturalmente no sea el mejor momento para usar o volver a introducir la copa menstrual, ya que antes se recomienda rehabilitar y reforzar el suelo pélvico.
Cicatriz de la cesárea: cuidados y productos recomendados
En último lugar, para aquellas madres que den a luz por cesárea, es importante cuidar la cicatriz producida para evitar adherencias.
Pasados unos 7 a 10 días, se forma una cicatriz en la capa superior (piel), si bien los tejidos internos que también han sido objeto de la incisión necesitan hasta tres meses para cicatrizar.
Desde la formación de la primera cicatriz cesárea ya se pueden comenzar los cuidados, que consisten fundamentalmente en aplicar aceite de rosa mosqueta, hidratantes ricos en vitamina E en la piel del abdomen inferior y en la cicatriz, pero sin masaje profundo. Pasado un mes, ya podemos empezar con el masaje profundo.
Además de estos productos, también se debe introducir el ejercicio físico adecuado y la revisión de un especialista para el correcto cuidado de la cicatriz de la cesárea.