Cómo evitar o minimizar el riesgo de sufrir desgarro perineal o episiotomía en tu parto

El concepto ‘preparación al parto’ es un poco engañoso. Sí, la preparación física con ejercicios específicos para embarazadas es recomendable desde el primer trimestre del embarazo, pero la construcción de hábitos saludables de salud pélvica (y de alimentación, salud mental, etc.) es previa. No hace falta esperar a estar embarazada para entrenar la musculatura del suelo pélvico, el periné, la movilidad de cadera, respiración y todo lo demás.

Por desgracia, todavía son muchas las mujeres que inician tarde su preparación al parto y que además tampoco tenían conciencia de la importancia de cuidar su suelo pélvico, pero que aspiran a tener un parto vaginal ‘lo más natural posible’.

En estos casos, el foco de la preparación física está en los músculos del suelo pélvico y en el periné, que son las partes del cuerpo que van a someterse a mayores presiones y estiramientos durante el parto. Incluso, a posibles daños en su estructura en caso de que se produzca una episiotomía o desgarro durante el parto.

¿Cómo evitar la episiotomía en el parto?

Para evitar la episiotomía en el parto, o al menos reducir las posibilidades de que se dé dicho desgarro o episiotomía por una cuestión relacionada con una musculatura pélvica poco trabajada, necesitamos que el suelo pélvico, el canal vaginal y la piel del periné se encuentren en un estado óptimo. Esto es, ejercitados y elásticos.

Ejercitamos nuestro suelo pélvico para conseguir un tono muscular adecuado, ni demasiado alto ni demasiado bajo. La fuerza de los músculos que rodean el canal vaginal nos servirá para mantener la continencia durante el embarazo, evitar o reducir el típico dolor lumbar. Y, durante el parto, nos ayudará en el correcto encajamiento y descenso de la cabeza del bebé. Por otro lado, una buena elasticidad de los tejidos servirá para que el periné y el canal vaginal puedan expandirse y estirarse sin que se produzca un desgarro.

¿Cómo tonificar el suelo pélvico en el embarazo sin pasarse de fuerza?

No existe un protocolo general que podamos aplicar a todas las mujeres embarazadas. Cada una de nosotras debe valorar el suelo pélvico para saber qué necesitamos más: fuerza o elasticidad.

Hoy en día, hay muchas mujeres que viven con el estrés crónico o que somatizan las emociones en la zona pélvica. Con frecuencia observamos que la zona perineal de estas pacientes tiene un tono muscular excesivo, es dolorosa y poco elástica. La práctica de las contracciones Kegel en estos casos sería un desastre. Así que los ejercicios para el suelo pélvico preparto deben de ser ´a medida´, adaptados para cada mujer.

¿Si mi suelo pélvico tiene buena fuerza, cuándo debo empezar a estirarlo?

Lo ideal sería realizar ambos tipos de entrenamiento en paralelo, desde el inicio del embarazo. Es decir, cuando hagamos las contracciones Kegel o una clase de pilates preparto, después de tonificar los músculos del suelo pélvico, estirarlos y relajarlos. Por ejemplo:

  • En cuclillas, empujar las rodillas con los codos hacia los lados, abrir las caderas todo lo que podamos. En esta postura nuestro suelo pélvico se expande, desciende y se relaja. Permanecemos en esta posición unos 20 a 30 segundos mientras respiramos profundamente.

cuclillas

 

  • Movimientos pélvicos en la fitball. Sentada en la pelota grande de pilates, colocar las piernas en los lados, alargar la columna vertebral, realizar movimientos circulares con la pelvis, después movimientos laterales, y por último movimientos del infinito (el ocho). Notaremos un suave masaje y relajación en la zona perineal.

movimientos fitball

 

  • Relajación del suelo pélvico en la posición con la rotación interna de las caderas.

Nos colocamos en cuadrupedia, llevamos los pies hacia los lados rotando las caderas hacia dentro. En esta posición, nuestra pelvis inferior se abre y la pelvis superior se cierra. El suelo pélvico permanece relajado. Realizamos 10 respiraciones profundas notando cómo los músculos poco a poco se van relajando más.

relajación suelo pélvico

¿Es útil el Epi-No en la preparación al parto?

La sonda Epi-No es un dispositivo ideado con el objetivo de preparar y elastificar el canal vaginal de cara al parto. Dispone de un manómetro que nos indica en valores numéricos hasta cuánto podemos hinchar la sonda. Además, incluye una medida que nos dice cuál es el diámetro de la sonda y cuánto mide su circunferencia.

Personalmente, es una herramienta que utilizamos con frecuencia en la consulta ya que en manos de una fisioterapeuta especializada es un dispositivo útil. Pero, observamos que las pacientes que adquieren y utilizan el Epi-No en casa en muchas ocasiones tienen los músculos más sensibles de lo habitual y sobrecargados por un mal uso de la sonda.

No es lo mismo tener un suelo pélvico elástico que un suelo pélvico estirado. El objetivo es que los músculos sean elásticos y a la vez tengan buen tono. Que permitan una buena movilidad del coxis y sacro y que no haya molestias en el tacto ni contracturas. Realizando los estiramientos con el Epi-No por nuestra cuenta, fácilmente podemos estirar los tejidos ‘demasiado’ y al mismo tiempo conseguir el efecto contrario.

Muchas pacientes caen en la ‘comodidad’ de entrenar con un dispositivo que ‘no te cansa’. Como en todo, hay que aplicar el sentido común y dejarse guiar por profesionales. Por ejemplo, en consulta utilizamos la sonda Epi-No más bien como una herramienta para valorar si la paciente sabe localizar su suelo pélvico, cómo lo activa y con qué fuerza. No tanto como un dispositivo para entrenar con frecuencia.

A partir de la semana 37 de embarazo, valoramos la flexibilidad perineal hinchando la sonda, hasta las primeras sensaciones de ‘estiramiento’ (no dolor). Y si vemos que la elasticidad perineal no es buena, damos pautas y consejos, que muy pocas veces incluyen el trabajo con el Epi-No. Por ejemplo, a algunas chicas les recomendamos practicar los ejercicios respiratorios, relajar su mandíbula, cuello, pasear más, mover la pelvis en la fitball, meditar, etc.

En definitiva, evitar la episiotomía en el parto o el desgarro perineal, se trata de combinar varios aspectos y no centrarse únicamente en el ejercicio físico con uso exclusivo de elementos de apoyo como el Epi-No. Ya sabes, un poco de todo y mucho de nada.

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